La comunicación científica en el nuevo ecosistema informacional

por Juan Romero-Luis | 6 Jun 2017 | Informe técnico

El desarrollo informativo vinculado a la emergencia de la web social ha generado una diversidad de canales, medios, formatos y fuentes informativas sin precedentes que ha redibujado completamente los procesos de intercambio de información y de generación de conocimiento.

La evolución hacia este ecosistema ha hecho florecer necesidades comunicativas que requieren estrategias de comunicación diferenciales que faciliten nuevas vías para aproximar el conocimiento a los destinatarios. Para alcanzar un nivel óptimo de eficiencia comunicativa nos ayudamos de los recursos que brinda la web social. Es evidente el gran potencial que tienen para captar la atención de millones de usuarios que las utilizan.

Conocer el medio implica conocer también al usuario que forma parte de él, tanto cuando tiene una función activa como cuando, dentro de este el complejo ecosistema, se mantiene de forma más pasiva.  Tiene un rol donde no solo recibe y produce contenidos digitales sino que construye el medio diseñando webs personales y lanzando sus propias empresas innovadoras, tomando la responsabilidad de velar por la gestión de la información en la Red (García et al., 2011; p. 129). El usuario del medio vive en el medio; forma parte de su rutina diaria y participar en él se ha convertido en una extensión de su existencia en el que pone en juego sus competencias comunicativas.

Cómo está cambiando la comunicación científica

El modelo de difusión científica hasta la aparición del nuevo ecosistema informacional seguía un esquema donde participan tres elementos fundamentalmente: el personal investigador, el medio y el receptor del conocimiento. En este modelo, la figura del personal investigador acudía a canales de comunicación tradicionales especializados para lograr la transferencia del conocimiento. Eran entonces los medios los que tomaban el testigo para la transmisión del conocimiento, cerrando el círculo con la publicación y distribución del contenido (ver Esquema clásico de la comunicación científica).

En este modelo se diferencian fácilmente los dos procesos que se llevan a cabo: el de creación del conocimiento y el de mediación, que a su vez se subdivide en proceso de reelaboración de contenido y el proceso de transferencia.

El concepto de reelaboración nos remite a la ideas de McLuhan que afirmaba que “todos los medios nos vapulean minuciosamente”. Esta idea, lejos de ser entendida como una acusación consciente, nos ayuda a explicar el proceso de reelaboración del contenido, remitiéndonos al concepto de indeterminación de Heisenberg o el fenómeno de cómo el observador siempre influye en lo observado. El proceso de mediación incorpora necesariamente una selección de la información y un proceso de articulación de esta en un discurso concreto. Crear productos comunicativos supone discretizar una realidad que es continua y compleja, construir un mensaje, y en ese proceso de elaboración existe la posibilidad de que la información llegue distorsionada, a través de la persuasión o en base a intereses personales del medio, ya sean económicos o ideológicos.

Programa FP7 de la Comisión Europea.

El nuevo dibujo del proceso y el valor de la hiperespecialización

El nuevo ecosistema informacional en el que se encuentra la sociedad actual está modificando los fundamentos del proceso de comunicación científica. Se trata de un progresivo cambio en la forma en la que se difunde y se accede a la información científica y tecnológica y en el que encontramos nuevos actores que participan en el proceso desde que se crea el conocimiento hasta que se transfiere.

La continua irrupción de los nuevos canales, medios, formatos y fuentes informativas gestadas a partir de las diferentes herramientas accesibles a través la web social, amplía el escenario comunicativo y muta los procesos de intermediación de la comunicación científica.

El nuevo ecosistema informacional en el que se encuentra la sociedad actual está modificando los fundamentos del proceso de comunicación científica

Ello marca una tendencia clara sobre el cambio en la naturaleza de la intermediación. El espacio ocupado hasta ahora de forma omnímoda por los medios tradicionales especializados se comparte ahora por los nuevos medios de la web social, y por canales y formatos hiperespecializados que aprovechan la lógica de los nichos de la Long Tail (Anderson, 2009).

No se trata, en cualquier caso, de una sustitución completa del proceso de mediación, sino de una transformación intensa y continuada del mismo. La emergencia de los medios de la web social modifica los flujos de mediación porque disgrega los canales de transmisión y de acceso a la información. Los usuarios disponen de muchos más medios de nicho, hiperespecializados, en los que se hace divulgación del conocimiento, lo que amplía los enfoques y favorece un contacto más directo entre especialistas y ciudadanos.

Los canales web crecen en la transmisión del conocimiento científico

La VIII encuesta de percepción social de la Ciencia publicada por la FECYT el pasado mes de abril pone de manifiesto la emergencia de las redes sociales como canal privilegiado para la divulgación científica:

Las redes sociales se convierten en esta encuesta, por primera vez, en la fuente de información científica más consultada en Internet (un 43,6% frente al 30,8% de 2014). También aumentan significativamente los canales de vídeos como Youtube o similares como fuente para el 36% de los internautas (29,7% en 2014). Sin embargo, los medios generalistas (34%) y la Wikipedia (32,9%) se estancan como fuente en Internet. (VIII encuesta de percepción social de la Ciencia)

Aunque la encuesta no diferencia entre canal y fuente informativa que origina el conocimiento, sí ilustra la transformación que se está produciendo con respecto a los canales a través de los cuales los usuarios se informan a través de internet. Es decir, cuáles son los puntos de entrada y contacto de los ciudadanos con la información de naturaleza científica y tecnológica, independientemente de quién o dónde se haya generado esa información, aspecto este que no se evalúa y que merece un análisis en si mismo.

Medios a través de los que los usuarios encuestados se informan sobre ciencia y tecnología en Internet. Fuente: FECYT.

Medios a través de los que los usuarios encuestados se informan sobre ciencia y tecnología en Internet. Fuente: FECYT.

En la gráfica, obtenida del informe publicado por la FECYT, podemos apreciar claramente un incremento sustancial especialmente en las redes sociales (un 12,8% ⬆︎) y en las plataformas de vídeos como youtube o similares (de 6,3%⬆︎) con respecto a 2014. En el caso de los medios digitales generalistas se aprecia un descenso por primera vez en 6 años. Pero, ante todo, se visibiliza un cambio claro de tendencia: en 2010 eran los medios generalistas a los que más acudían los ciudadanos para informarse.

Por lo tanto podemos concluir dos cosas: que existe más interés por la ciencia que hace 7 años, y que la web social ha facilitado un contacto más directo y accesible a la información científica gracias a que se hace disponible mediante diferentes canales a través de la web social. Estos datos contribuyen a afirman los planteamientos de la teoría del Modelo de déficit de alfabetización y conocimiento científico, que plantea que los públicos son capaces de comprender y procesar la información científica si esta está disponible.

Bibliografía

Medios y servicios digitales abiertos: Esquema sobre la tipología de servicios (García & Gertrudix, 2011: 133): Centrados en el contenido, centrados en la relación, centrados en la información.

Anderson, C. (2006). The long tail: Why the future of business is selling less of more. Hachette Books.

VIII encuesta de percepción social de la Ciencia (2017). Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Recuperado de https://www.fecyt.es/es/noticia/crece-el-interes-de-las-mujeres-por-la-ciencia-y-la-tecnologia