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Voces: Francisco José García Gómez y José Luis Carreño

por Juan Romero-Luis | 13 Mar 2018 | Entrevista, Voces para una comunicación científica eficiente

Profesores Agregados de la Universidad Europea Miguel de Cervantes

Francisco José es doctor en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid y doctor en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Colabora a su vez con diferentes universidades extranjeras, como la UAM de Méjico y la UPS de Brasil, y españolas, como A.Nebrija, URJC, UCIII, etc. Ha participado como ponente en diferentes congresos especializados en el estudio de la crítica cinematográfica, la historia del cine y la producción musical además de haber desarrollado publicaciones especializadas en la materia.

José Luis, además de impartir clases como profesor en el Área de Comunicación Audiovisual y en el Área de Producción y Edición de la UEMC, ha trabajado como Productor audiovisual, Técnico de sonido, Operador de cámara, Editor y Promotor Cultural. Con más de 6 años de experiencia en el entorno televisivo y cinematográfico, ha colaborado en el magazine diario “Más madera” (PROMECAL, Canal 4 TV), en la revista cultural Confusión como Redactor del Departamental de Música y en IMAGIA 2000 Televisión, S.L como Locutor y Técnico de sonido, además de 11 años dedicados a la producción de espéctaculos y eventos culturales.

Conceptualización de la comunicación

Juan Romero-LuisEn primer lugar, nos interesa conocer qué opina sobre el papel de la comunicación dentro de los planes de investigación competitivos. 

¿En qué medida considera que el diseño de las convocatorias de proyectos competitivos pone atención en la importancia o necesidad de la comunicación?

Francisco José García Gómez: En nuestro caso tenemos dos áreas: una es el elemento puramente más patrimonial y el otro es el aspecto específico de la comunicación audiovisual. Dentro del desarrollo de la competitividad de los proyectos, en primer lugar, lo consideramos siempre un mal necesario. ¿Por qué?, porque no es nada más que una justificación de aquellos que te están financiando el proyecto. Nosotros nos centramos mucho más en todo lo que es, en primer lugar, los conocimientos propios del objeto patrimonial, que no deja de ser el principal objeto científico. Luego, los de comunicación audiovisual tenemos un problema y es que trabajamos con comunicación, con lo cual eso de “el elemento de difusión” lo dejamos un poco apartado. No deja de ser un aspecto que para otras áreas viene a ser importante, pero nosotros trabajamos continuamente con ello y por eso no lo pensamos como algo diferenciado. A veces, por eso, precisamente todos esos aspectos propios de la competitividad, de lo que son los elementos que te están requiriendo en una campaña u otra, lo dejamos bastante olvidado.

Foto: Daniel Barrera Muro

Planificación de la comunicación

J.R.: ¿Qué importancia cree que tiene una planificación adecuada de la comunicación, formación, divulgación y diseminación científica? 

¿Cree que los planes de comunicación que incorporan las propuestas de los proyectos están bien diseñados y cumplen los objetivos definidos en el marco global de RRI (investigación e innovación responsable)?

José Luis Carreño: Creo que es muy importante. Es verdad que tienes que tener una planificación pero va a depender mucho del proyecto, que se puedan cumplir todos los plazos tal y como los tienes previstos. Creo que en esta planificación, sobre todo en la parte final de un proyecto como el nuestro, por ejemplo, resulta complicado poder anticipar la forma de llegar a todo el mundo. Aunque lo tengas muy bien planificado: cómo quieres hacerlo, si vas a utilizar narrativa digital, etc. No siempre vas a poder llegar a todo el mundo.

Creo que este tipo de proyectos requieren de una cuantificación, muchas veces, que en proyectos audiovisuales no es natural. Estás jugando con elementos narrativos, con elementos de imagen, sonido, etc. Por muy bien que lo tengas pensado, si no puedes llegar al público en general, tanto expertos como al propio ciudadano, es muy complicado cuantificarlo y decir: “¡Oye! Hemos conseguido estos resultados”. Lo tienes que tener en cuenta muy al principio del proceso. Sí que es verdad que todos los meses tienes que saber, más o menos, dónde quieres llegar, marcar muy bien los tiempos, pero creo que hay cosas que se deberían dejar un poco con más manga ancha. Veo que en la actualidad hay unos plazos muy concretos que hay que cumplir y que en “tal fecha” tienes que tener todo hecho y los resultados listos para su difusión. Además, los mecanismos de difusión, para ciertos proyectos de investigación como puede ser el nuestro, no están claros. No puedo recoger la experiencia audiovisual en un paper o en una comunicación. No puedo cuantificar esa sensación que tiene la gente cuando lo ve: si aprende sobre patrimonio, si aprende más sobre la ciudad de Valladolid y sus monasterios, etc. Es muy difícil. Sería otro proyecto aparte la cuantificación de esa sensación que tiene el público, desde el experto hasta la audiencia más generalista. Me parece en sí otro proyecto aparte.

Los mecanismos de difusión, para ciertos proyectos de investigación como puede ser el nuestro, no están claros

J.R.: Dentro del diseño de la planificación, ¿considera que las distintas secciones de diseminación, divulgación e información están incluidas o no se contemplan?

J.L.C.: Creo que esa parte sí. Por lo menos, nosotros sí que la tenemos en cuenta. Muchos proyectos que veo en los dos últimos años, sobre todo en el mundo de la investigación científica más vinculada al mundo audiovisual, sí veo que hay esa planificación: dónde tengo que llegar y cómo tengo hacer esa transferencia del conocimiento. En otros proyectos, me parece muy complicado. 

J.R.: ¿Consideráis que la figura del profesional de la comunicación sería útil para que os pudierais centrar en la investigación?

F.J.G.: Ese es un aspecto que nosotros hemos planteado incluso para algún alumno que, precisamente, nos haga de comunicadores a los comunicadores. Para que pueda especializarse en saber a dónde dirigirse o qué elementos propios tiene que conocer dentro de esos mecanismos de difusión. Ahí, creo que incluso nuestros propios planteamientos docentes deberían ir casi más enfocados en algún aspecto a todos esos elementos propios del transmedia. A veces, lo tenemos simplemente implementado en otras asignaturas y deberíamos, quizás, discriminarlo y sacarlo para todo ese tipo de proyectos; no solo de los elementos propios de la difusión de proyectos, sino para un trabajo normal y corriente, para una empresa o cualquier otra circunstancia.

Foto: Daniel Barrera Muro

Desarrollo y difusión de las acciones

J.R.: En relación al desarrollo de la comunicación y al proceso de difusión. ¿Consideras que las acciones de comunicación que se desarrollan en los planes utilizan eficazmente los recursos y canales actualmente disponibles? ¿Qué acciones cree que están desarrollando mejor los proyectos de investigación? ¿Cuáles cree que podrían o deberían mejorarse?

F.J.G.: Sería un poco la pescadilla que se muerde la cola. Estamos planteando una serie de aspectos dentro de un desarrollo que es para hacer difusión e, insisto, propio de un elemento de difusión. Esto en primer lugar. Segundo, eso nos lleva, a veces, a obviar esas nuevas tecnologías que las entendemos de una manera mucho más aplicada, fundamentalmente todo lo que tiene que ver con elementos transmedia. Así, dejamos, muchas veces, que esta parte del proyecto lo acaben llevando otros. Presentamos un producto y son otros los que nos tienen que ayudar con la difusión; porque nosotros todos esos aspectos los dejamos aparcados, olvidados y no sabemos sacarle la rentabilidad suficiente. Nosotros colaboramos con otros grupos para ayudarles a difundir sus conclusiones y sus soluciones aplicadas de proyectos. En cambio, nosotros lo acabamos dejando siempre de lado porque damos por entendido que con lo que realmente estamos exponiendo es más que suficiente. Otra cosa es que todos los criterios que se están exponiendo hoy en día, para todos esos aspectos de financiación, vienen a ser básicos. Para nosotros, muchas veces, viene a ser prácticamente inútil este sistema. Nuestro propio trabajo llega a tener mucha más difusión que los resultados que investigación que estamos proponiendo.

En muchos proyectos vinculados al mundo audiovisual se planifica, en otro tipo de proyectos me parece muy complicado

J.R.:  ¿Se os ocurre alguna otra idea para mejorar la difusión dentro de los proyectos de investigación?

J.F.G.: Creo que tendría que partir ya del propio planteamiento del proyecto. El proyecto lleva un desarrollo, como estamos diciendo, en la comunicación audiovisual, una estética de postproducción, de planteamiento de planos y demás a la hora de la grabación. Deberíamos presentar, al principio, qué es eso que tenemos que ofrecer al final. Es decir, tendríamos que hacer una especie de Biblia u otra especie de guion específico para poder ayudar a la gente que, más tarde, se tendría que ocupar de estos aspectos.

Foto: Daniel Barrera Muro

Evaluación

J.R.: Por último, en el bloque de evaluación. ¿En qué medida considera que se mide, por parte de los evaluadores de los proyectos, el alcance o el resultado de esas acciones de comunicación, diseminación y divulgación? ¿Qué importancia tiene en el peso del proyecto cuando se evalúa? ¿Hay unas métricas con las que se trabaja o es algo más genérico?

J.L.C.: Creo que hay áreas de la comunicación en las que sí se está haciendo de forma eficiente y adecuada. En estudios culturales, a nivel por ejemplo de fans (que es un tema que me apasiona), veo que no se toma tan en serio como en otro tipo de investigaciones. También en investigaciones que dependen exclusivamente del ámbito audiovisual, de ver y de sentir imágenes, creo que no hay unas herramientas metodológicas de evaluación que sean adecuadas para aquello en lo que se quiere realizar una transferencia del conocimiento. Creo que sí que es necesario abrir un apartado donde haya artículos publicados, artículos de referencia, artículos vinculados a esta investigación, un apartado que se relacione más con los resultados en vídeo de esta investigación, por ejemplo. Nosotros damos una muestra de aquello que se está trabajando, pero ¿cómo puedo cuantificar eso? Creo que faltan herramientas concretas de evaluación de proyectos audiovisuales, simplemente pensando en lo audiovisual. Para una creación audiovisual, tal y como la hemos planteado, tienes que investigar. Está claro que no puedes ir a lo loco. Tienes que investigar, tienes que documentarte bien sobre cómo está la situación, sobre cómo estaba antes, etc. Todo eso, que también lo tienes que hacer para una comunicación escrita, está hecho. Ese trabajo está hecho, pero las herramientas de evaluación para una comunicación escrita, si lo vas a mandar a una revista o a cualquier grupo de investigación, te ofrece una revisión por pares. En un vídeo, ¿cómo puedes hacer que eso sea evaluable? A mí es lo que me parece complicado. Creo que no tengo ahora mismo la respuesta definitiva para decir: “un vídeo se tiene que evaluar así, así y así”. Lo que sí que se tiene que tener en cuenta es que los vídeos son un trabajo de investigación que requieren una contextualización, un marco teórico, una metodología concreta y, obviamente, unos resultados. No se puede sencillamente simplificar y decir: “ahora todo esto lo paso a un papel”. Creo que hay una falta de evolución, es mi opinión personal, para estos proyectos de investigación más vinculados al mundo audiovisual.

Foto: Daniel Barrera Muro