La cultura científica en España: las unidades de cultura científica y de innovación
DOI texto original: 10.6084/m9.figshare.8204180
Las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I) se constituyen en el año 2007 con el objetivo de crear actividades de divulgación científica de diversa naturaleza. Estas entidades se encuentran en la práctica totalidad de las universidades españolas y en los organismos públicos de investigación.
La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) es el organismo nacional encargado de promover, apostar y coordinar la Red de Unidades Científicas y de la Innovación.
Las UCC+I se han convertido en uno de los principales agentes en la difusión y divulgación de la ciencia y la innovación en España, constituyen un servicio clave para mejorar e incrementar la formación, la cultura y los conocimientos científicos de los ciudadanos.
Objetivos, funcionamiento y acciones de las UCC+I
La FECYT establece que “la Red de UCC+i tiene por objetivo fomentar el intercambio de experiencias y la búsqueda de sinergias entre entidades, lo que mejora la calidad de los productos y servicios de las UCC+i y promueve la optimización de recursos” (FECyT)
En España existen 87 Unidades de Cultura Científica (marzo de 2019) que se han registrado y dado de alta en la Fundación, beneficiándose de las prestaciones y asistencia que están previstas para las UCC+I que acceden a integrarse en la Red.
Existe un consenso internacional sobre la necesidad de transmitir a la sociedad el valor del conocimiento científico que se genera en las universidades y centros de investigación. En noviembre de 2018 el grupo de trabajo de Divulgación y Cultura Científica de Crue–I+D+i (Red Divulga), en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), publicó una Guía de valoración de la actividad de divulgación científica del personal académico e investigador.
La guía contempla una descripción de méritos e indicadores que deben ser objeto de evaluación y orienta sobre los criterios que deben aplicarse para ponderar y medir su impacto y calidad. De acuerdo con los datos recogidos en la IX edición de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología(IX EPSCYT), correspondiente al año 2018 y realizada por la FECYT, “El interés informativo que la ciudadanía concede a la ciencia y la tecnología se mantiene estable con respecto a 2016, aunque confirma el avance que se produjo en ese año con respecto a 2014. Este interés por la ciencia y la tecnología presenta en general estabilidad en todos los segmentos analizados, con dos excepciones, las personas con menor y mayor nivel de formación, entre quienes se incrementa el interés por los temas relacionados con la ciencia y la tecnología”.
La formación de comunicadores en ciencia y tecnología
A pesar de que la mayoría de las UCC+I dedican su esfuerzo prioritario a tareas de divulgación y comunicación de las actividades de sus respectivos centros, se echa en falta la puesta en marcha de proyectos orientados a la capacitación y adiestramiento de la comunidad científica en técnicas de comunicación social de la ciencia.
Con el fin de actualizar y completar el trabajo de la FECYT, en el área de asesoramiento y formación del personal investigador en difusión de la ciencia y la tecnología, se han analizado las webs de todas las Unidades de Cultura Científica adheridas a la red FECYT.
Concretamente, se han estudiado las webs de las Unidades de Cultura Científica integradas en la Red FECYT y, en los casos que no disponen de web propia, de las páginas correspondientes a los vicerrectorados de investigación, oficinas de transferencia de resultados de investigación (OTRI) y departamentos de comunicación de las organizaciones.
Las herramientas más utilizadas a la hora de formar a los investigadores en la adquisición de habilidades comunicativas son los cursos puntuales, edición de libros, jornadas, talleres, oferta de títulos en comunicación de la ciencia, seminarios o planes de comunicación y, en algunos casos, con formatos innovadores como la realización de monólogos, talleres de guiones o de documentales científicos.
Conclusiones
La radiografía que obtenemos tras analizar los datos disponibles permite concluir, en primer lugar, que se están haciendo progresos y que existe una conciencia inequívoca de que debe fortalecerse todo lo relacionado con la comunicación social de la ciencia y, de un modo concreto, la capacitación y adiestramiento del personal docente e investigador (PDI) en técnicas y metodología eficientes para comunicar a los diversos sectores de la opinión pública la importancia de la actividad científico-tecnológica y la trascendencia que ello tiene para la sociedad en todos los órdenes. Sin embargo, solamente un 29% de las UCC+I informan en su web sobre actividades formativas en comunicación para los investigadores,
El científico, incluso el más sobresaliente y notable, no siempre está dotado de las habilidades para transmitir de una forma sencilla y accesible los objetivos y resultados de su trabajo.
La comunicación social de la ciencia, o la comprensión pública de la ciencia, es un procedimiento que ejecutado con metodología y profesionalidad genera enormes retornos para el investigador y la comunidad científica. Sin embargo, es indispensable que exista un compromiso de la comunidad científica y del investigador, como divulgadores eficientes, para conseguir la adhesión de la ciudadanía al quehacer y el esfuerzo científico-tecnológico.
Las recompensas son múltiples: a medida que se incrementa la cultura científica de la ciudadanía crece el interés de ésta por la ciencia y, en consecuencia, la demanda de recursos a los poderes públicos y al sector privado para que apoyen la investigación científico-tecnológica. Se fortalece también la autoridad referencial de los científicos, su legitimidad como actores sociales de primer orden y, cómo no, el papel de la ciencia como institución. Sin embargo, se identifica como factor importante que puede frenar las políticas eficientes de divulgación científico-tecnológica la falta de reconocimiento de la formación como mérito en la carrera académica.
Se trata, en suma, de favorecer “la alfabetización científica”, de suerte que ciudadanos informados, con opinión formada y sentido crítico, puedan hacer oír su voz y su criterio respecto a muchos asuntos que les atañen directamente, desde el futuro de la energía atómica hasta la manipulación genética o la inversión en determinadas tecnologías.
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Formación de comunicadores en las UCC+I
Este projecto está financiado por el proyecto Comciencia. Comunicación eficaz, eficiente y responsable para proyectos de investigación competitivos (CSO2017-82875-C2-1-R, Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).