Fotografía del hito científico: evidencia para la divulgación
¿Cuál es el papel que desempeña la fotografía en la ciencia? ¿Podría exceder el significado de "mera herramienta"?
La comunicación de la ciencia es compleja y jamás ha resultado demasiado accesible desde el punto de vista del entendimiento súbito. Hoy contamos con mecanismos dinámicos que la misma comunidad científica utiliza tanto para comprender como para continuar y verificar sus hallazgos. Surge la duda de si realmente la principal función de la fotografía en el universo científico representa una mera instrumentalización para la constatación del acontecimiento o si, por el contrario, puede ser considerada parte implicada en el experimento.
Siguiendo la tradición histórica, se verifica, una vez más, que la imagen ha significado desde el origen de la Humanidad un escaparate repleto de información, capaz de narrar las vivencias de los individuos, sus conductas, acciones, e incluso con sus preguntas sin responder. Hoy nos enfrentamos a idénticas disyuntivas aunque atendiendo a una realidad y un contexto absolutamente diverso.
La Historia del Arte nos ha dejado momentos imprescindibles para así ofrecer una explicación clara de lo que sucedió y de sus porqués. Las pinturas rupestres ayudaron a comprender el comportamiento sedentario, nómada, de las actitudes frente a la caza como la veneración de la mujer por su capacidad única y exclusiva de reproducción, todo ello para reafirmar en última instancia el concepto divino que se produce en la representación de las imágenes. La creencia del poder de atracción que se provocaba al plasmar sus pensamientos es clave para entender la naturaleza de sus acciones y de sus comportamientos.
La evolución histórica nos sorprendió con enigmas a través de la escritura cuneiforme o jeroglífica, más parecida a la elaboración de imágenes que a tipografías, y continúa con un estudio minucioso de la pintura figurativa para dar constancia de hechos y acontecimientos.
Todo este recorrido histórico-artístico deja patente la importancia de las evidencias visuales, moldeadas por las sociedades y todo ello con un único fin: dar continuidad a los acontecimientos desde las verdades ocurridas.
Desde que comienza el pensamiento científico existe una imperiosa necesidad por mostrar aquello que realmente se ha logrado vislumbrar, identificando las ventajas de evidenciar visualmente el hito novedoso. Durante los siglos XVII y XVIII, la experta naturalista Anna Maria Sibylla Merian (1647-1717) retrata cientos de procesos biológicos y botánicos a través de ilustraciones, siendo capaz de engrandecer el campo de la entomología.
El origen de la primera imagen fijada se remonta al 1826-1828, gracias a las investigaciones del científico aficionado Joseph Nicéphore Niépce, siendo capaz de conseguir: en primera, instancia una imagen grabada sobre cobre y tras la aplicación de agua fuerte; más adelante en estaño; y, finalmente, en plata pulida, no grabando la imagen y obteniendo esta tras la aplicación sobre betún con vapores de lodo.
A partir de ese momento histórico el conocimiento fotográfico ha ido en ascenso, mejorando su tecnología y creciendo exponencialmente en paralelo al avance científico. Por lo tanto, haciendo balance de lo ocurrido desde entonces y llegando al presente – entendiendo este como el punto álgido del conocimiento – es necesario revisar qué rol ocupa la Fotografía: mera herramienta de visualización o en el espacio que ve nacer el experimento científico.
Divulgación visual de la ciencia
Los medios impresos o gráficos de divulgación científica más importantes del mundo y que ocupan espacios referentes para toda la comunidad del área interesada hoy demuestran con sus publicaciones la importancia que le dedican a la evidencia visual. Es un hecho que la divulgación precisa de resultados visibles que excedan la palabra escrita para así dar mayor grado de credibilidad a los acontecimientos.
La fotografía representa para el ejercicio divulgativo de la ciencia una enorme fuente comunicativa pero la cuestión es si posee la misma carga informativa. Es por esta razón que la necesidad ahora reside en identificar el espacio que ocupa la imagen dentro del experimento científico.
Desde las ciencias de la comunicación e información se intuye un cambio sustancial, dando por hecho que este está provocando una retroalimentación constante, sin identificar muy bien el lugar que ocupa la fotografía. La imagen se está convirtiendo en ocasiones en el motor de arranque del experimento, viendo nacer la teoría científica y, posteriormente, esta última dando continuidad a la fotografía, de nuevo, a través de la construccion de nueva tecnología para finalmente concluir con otra nueva teoría. Es decir, apuesta por un modelo comunicativo cíclico como pudiera ser la espiral de Dance, donde se reafirma el dinamismo de la comunicación, que nace de un punto emisor (por ejemplo, la imagen que origina el experimento) y da continuidad a la información (por ejemplo, esa primera teoría científica que surge tras la imagen y que le da forma lingüistica), jamás derivando en el mismo punto de inicio.
Los últimos hallazgos que surgen en la ciencia están reafirmando un cambio significativo con respecto a qué investigar, probablemente, en beneficio de la fotografía. La revista Science estima que el logro más relevante del 2019 ha correspondido a la captura de la primera fotografía tomada de un agujero negro (Clery, 2019).
Se evidencia desde la prensa especializada cómo la ciencia utiliza la imagen para la demostración de la existencia de los black holes, convirtiéndolo en el hito más relevante del año. Se olvida de que la cámara fotográfica es una herramienta y lo convierte en el principal agente emisor de información.
Primera imagen del agujero negro central de la galaxia Messier 87. Se observa un anillo de fotones doblados por su gravedad. Fuente: EHT Collaboration.
Los públicos deseosos de conocimiento – ya sea la comunidad científica o cualquier interesado en áreas específicas de conocimiento -, a través de la visibilización de los hechos se transforman automáticamente en objetos activos en el proceso comunicativo. La ciencia les involucra directamente, esperando de ellos una respuesta inmediata en forma de reconocimiento y esto, sin duda, nos sitúa en un escenario en el que la imagen sigue teniendo la misma relevancia que en el pasado; representar y reproducir los acontecimiento nos acerca el conocimiento científico.
Referencias
- Aubert, M., Brumm, A., Ramli, M. et al. Pleistocene cave art from Sulawesi, Indonesia. Nature, 514, 223–227 (2014). https://doi.org/10.1038/nature13422
- Cookson, C. (30 diciembre, 2015). Science and photography: a special issue. Financial Times. Financial times website https://www.ft.com/content/b6ad869e-a8ff-11e5-9700-2b669a5aeb83
- Clery, D. (2019). Darkness made visible. Science, (6472), 1434–1435. Science | AAAS website https://vis.sciencemag.org/breakthrough2019/finalists/#Darkness-made-visible
- Dear, P., 2006. The Intelligibility of Nature: How Science Makes Sense of the World. University of Chicago Press
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