La verificación periodística de información sobre Ciencia en España (i)

Claves de la desinformación y el contenido erróneo sobre salud, clima y conocimiento científico

por Sergio Álvarez García | Dic 19, 2022

La verificación de contenidos erróneos y el desmentido de ‘fake news’, una herramienta periodística aliada de la ciencia: el contraste de hechos y de conocimientos científicos se revela como un recurso útil y atractivo para divulgar con rigor y conectar con la vida cotidiana de la ciudadanía. En esta primera entrega, nos acercamos a las características básicas de esta crisis-oportunidad

Hoy, cuando vamos a consumir información de entre la que nos llega o a la que accedemos por múltiples vías, lo normal es que el primer paso sea dar prioridad a lo que nos atrae, nos interesa o nos puede aportar más en lo personal, en lo académico o en lo profesional. Pero en la era de la sobreabundancia de contenidos, eso no es suficiente, por lo que tenemos que poner en marcha mecanismos de descarte si queremos sobrevivir a esta avalancha informativa. Un proceso que se ha intensificado y transformado desde la aparición de la COVID-19.

CONSUMO DE INFORMACIÓN científica

Según las respuestas que recoge la Encuesta sobre la Percepción Social de la Ciencia (FECYT, 2018 y 2020) sobre los temas sobre los que se siente interesada la población española, las informaciones relacionadas sobre Medicina y Salud son las más demandadas: en 2018 por delante de trabajo y empleo, educación, cultura, deportes o política con un 38%; en 2020, superando el 73% y con la pandemia con un 46% como tema específico del área. Los contenidos sobre alimentación y consumo se sitúan en 2020 en tercera posición con un 27% (aumentando desde el 19% de 2018); sobre Ciencia y Tecnología en un 14% (con un ligero descenso desde 2018); y sobre Medioambiente y Ecología en torno al 10% (también 2 puntos por debajo de lo registrado en 2018).

Pero el dato más significativo está en el descarte de información. Según el Reuters Institute Digital News Report de 2022, el porcentaje de personas que evita las noticias a veces o a menudo en España ha aumentado casi un 10% en 5 años, situándose en 2022 en el 35%; ligeramente por debajo de la media mundial (38%, con incremento en todos los países), que tiene en los extremos a Brasil (con el máximo de 54%) y a Japón (con el mínimo de 14%).

CRISIS DE CONFIANZA EN LA INFORMACIÓN

¿Y por qué se evita consumir noticias? A nivel global, la principal razón que se da es que hay en ellas “demasiado COVID-19 y demasiada política” (43%); le siguen como argumentos el efecto negativo que tienen en el estado de ánimo (36%), el agotamiento que produce la cantidad de información (29%) y –la más relevante para el tema que nos ocupa—“que las noticias están sesgadas o no son de fiar” (29%).

Este aumento de la desconfianza hacia la imparcialidad y la fiabilidad de las noticias convive con la preocupación a nivel mundial por los distintos 'trastornos de la información', entre los que destacan los que definen Wardle y Derakhsan (2017) para el Consejo de Europa como 'misinformation' (conexiones falsas, contenido erróneo, confuso, ambiguo o engañoso) y 'disinformation' (contenido falso, suplantado, manipulado o fabricado). Las consecuencias para las bases democráticas de la sociedad son claramente negativas, y se han contagiado desde su ámbito original (la política, con las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos o el Brexit como sus máximos exponentes) al resto de temas y tópicos de actualidad e interés para la ciudadanía.

La ciencia no solo no escapa a este fenómeno, sino que es protagonista en la poco honorable clasificación de la percepción de la difusión de información falsa y engañosa. Según recogen los Digital News Reports del Reuters Institute en 2021 y 2022, a la pregunta sobre en qué temas creen haber visto desinformación, el mayor porcentaje de personas responde que sobre COVID-19 (un 54%), por encima del tratamiento de la política (43%) y de los personajes famosos (29%); el cambio climático es percibido como víctima de noticias falsas y engañosas por un 20% de los encuestados.

Una dinámica común a todo el planeta, aunque con matices según regiones. Con la COVID-19 como tema más afectado por la desinformación según la percepción en todas las regiones, el cambio climático es visto como más contaminado por contenidos falsos o engañosos en América del Norte y Latinoamérica que en Europa (similar al peso de tópicos sobre inmigración) y que en África (superado con creces por noticias sobre personajes famosos y productos).

OPORTUNIDADES

Esta crisis de credibilidad recorre los tres elementos que Wardle y Derakhsan (2017) señalan como claves de los trastornos de información: agentes, mensajes e intérpretes. Hemos comentado que la sociedad interpreta y percibe los contenidos (mensajes) científicos como objeto potencial de información falsa y engañosa. Y para cerrar el círculo, tenemos que aproximarnos al punto desde el que parte la desinformación: el elemento agente, la fuente.

Y en el Reuters Institute Digital News Reports (2022), encontramos una cuestión que afecta de lleno a la percepción de la credibilidad y de la fiabilidad: los cinco segmentos de agentes que más preocupan a las personas encuestadas como fuente de desinformación son los políticos (29%); la gente corriente (15%); los activistas (15%), los periodistas (11%); y los gobiernos extranjeros (9%).

Estas respuestas contienen una buena y una mala noticia: la buena es que las fuentes del ámbito científico no preocupan como potencial agente de la desinformación; la mala, que la profesión periodística aparece asociada a un fenómeno que va contra su propia naturaleza y razón de ser.

La Encuesta sobre la Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología en España (FECYT, 2020) también ofrece percepciones sobre las fuentes (profesiones) más valoradas y sobre en qué aportaciones a la sociedad destaca la ciencia: médicos/as, profesores/as y científicos/as se mueven en el tramo del sobresaliente, mientras que los/as periodistas caen hasta el bien, superando únicamente a políticos/as y religiosos/as, que suspenden; hacer frente a enfermedades y epidemias (63%) o mejorar la calidad de vida de la sociedad (52,3%) son los aspectos percibidos como más beneficiosos de la acción de la ciencia y la tecnología.

Todos estos datos nos sitúan en un escenario de crisis de la información -también de la científica, que es la que nos ocupa-. Pero al mismo tiempo nos ofrecen pistas sobre entenderla e interpretarla como una oportunidad. El recurso a fuentes confiables y creíbles -así es percibida la ciencia- es un primer elemento clave. El segundo, la verificación como práctica legitimadora y como reacción del periodismo a la imagen de pérdida de imparcialidad (Castellet, Varona y Álvarez García, 2022).

En la próxima entrega, nos acercaremos a las claves de la lucha contra la desinformación sobre salud, clima y conocimiento científico, a través de su tratamiento por los medios periodísticos de verificación destacados en España.

REFERENCIAS

Castellet, Andreu; Varona, David; Álvarez García, Sergio (2022) Verificadores en España: una visión de su lógica empresarial. En Castellet, Andreu; Pedro-Carañana, Joan (editores) (2022). Periodismo en red: acción y reflexión. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.
Disponible en https://www.comunicacionsocial.es/libro/periodismo-en-red-accion-y-reflexion_143539/

FECYT (2018): Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología. Disponible en línea: https://www.fecyt.es/sites/default/files/users/user378/percepcion_social_de_la_ciencia_y_la_tecnologia_2018_completo.pdf

FECYT (2020): Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología. Disponible en línea: https://www.fecyt.es/sites/default/files/users/user378/percepcion_social_de_la_ciencia_y_la_tecnologia_2020_informe_completo_2.pdf

Reuters Institute (2021). Digital News Report 2021. Disponible en línea: https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/sites/default/files/2021-06/Digital_News_Report_2021_FINAL.pdf

Reuters Institute (2022). Digital News Report 2022. Disponible en línea: https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/sites/default/files/2022-06/Digital_News-Report_2022.pdf

Wardle, C.; Derakhshan, H. (2017): Information disorder: Toward an interdisciplinary framework for research and policymaking. Estrasburgo: Consejo de Europa. Disponible en:
https://rm.coe.int/information-disorder-toward-an-interdisciplinary-framework-for-researc/168076277c

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Ilustrando Wikipedia con fotos e infografías

Ilustrando Wikipedia con fotos e infografías

“Una imagen vale más que mil palabras…” Pero si es una imagen o una infografía científica, ¡seguro que vale mucho más! El apoyo visual no solo complementa, sino que enriquece y ancla el conocimiento. Wikimedia Commons, repositorio multimedia hermano de Wikipedia, guarda material a la vez que lo visibiliza y lo pone a disposición de todo el mundo.

Como hemos visto en publicaciones anteriores, Wikipedia es un espacio de transferencia excelente para la investigación científica. Es un referente de consulta que, al menos en español, recibe más de 50.000.000 de visitas diarias[1] y España es el país que más consulta ese idioma, seguido por México, Argentina y el resto de Latinoamérica.[2] No hay duda que es un espacio para tener en cuenta, tanto para colaborar como para beneficiarnos de su exposición.

Una enciclopedia visual

Las fotografías enriquecen muchísimo los artículos y ayudan a quienes los leen a tener una idea más acabada del tema tratado. Dentro de Wikipedia son conocidas las peleas por poner fotos de la tortilla de patatas casera en el artículo de dicho alimento, o en algunos pueblos, incluir fotos de tal o cual parte del territorio. Desde el movimiento Wikimedia se promueven diferentes actividades y concursos para obtener fotografías de calidad. Así, pasamos de tener fotografías caseras o corrientes a tenerlas de un muy alto nivel. Como ejemplo, véanse las imágenes ganadoras de los últimos 13 años sobre monumentos .

 Los concursos desarrollados a nivel mundial son Wiki-Loves Earth (espacios naturales protegidos), Wiki Loves Monuments (bienes de interés cultural) y Wiki Loves Folklore (fiestas populares). Estas iniciativas consiguen que cada año se sumen decenas de miles de fotografías. Todo este material, de registro del patrimonio, es sumamente enriquecedor para la enciclopedia y el conocimiento libre. Todo el mundo puede utilizar estos materiales, con solo mencionar autoría y respetar la licencia.

Dentro de estos concursos, y acercándonos al terreno de la comunicación científica, tenemos el Wiki Sciencie Competition. Este concurso, que comenzó en Estonia en 2011, se extendió por toda Europa en 2015 y desde 2017 se popularizó en diferentes partes del mundo, ha conseguido más de 25.000 imágenes y han participado más de 5.200 personas.

Una fotografía científica no es solamente una imagen de microscopio o un macro de una abeja, sabemos que abarca mucho más, y depositarla en Wikimedia Commons, con una buena descripción y metadatos, puede hacer que la imagen sea vista por mucha gente y por tanto, reaprovechada.

Infografías en Wikipedia

Lo mismo pasa con las infografías que producimos para nuestros papers o comunicaciones. Podríamos darle visibilidad al trabajo y a la vez enriquecer la enciclopedia (que en temas de material multimedia no parece estar afectada por el conflicto de interés que mencionábamos).

Pero no siempre podemos disponer de los materiales que hemos creado. Debemos revisar los derechos que hemos cedido a la editorial con la que hayamos publicado nuestra investigación. Así, cualquier licencia compatible con CCBYSA4.0 internacional, que es la propuesta por el entorno Wikimedia, nos habilita a coger el material y disponer de él casi con total libertad mientras se respete autoría y licencia.

¿Cómo es el proceso para incluir en Wikipedia una infografía presente en un paper? Antes de estar en Wikipedia, deberíamos poder subirla a Wikimedia Commons, el repositorio audiovisual hermano de Wikipedia que contiene más de 99.000.000 de archivos multimedia. Para esto, tenemos una serie de preguntas para saber si es posible. Si se responde que sí a todas ellas, la imagen o figura en cuestión sí se puede incluir en el repositorio libre:

  1. ¿La foto o infografía es de creación propia de los firmantes del artículo?
  2. ¿La licencia del artículo es CC0, CCBY, CCBYSA, una licencia compatible con CCBYSA4.0 o incluso Dominio Público?
  3. ¿Puedo descargarme la infografía en un formato compatible con los permitidos en Wikimedia Commons?

Si alguna de las preguntas no es afirmativa, no debemos subir el archivo a la plataforma. En caso que todas sean positivas, podemos iniciar el proceso de subida y posterior inclusión del material en algún artículo de Wikipedia que trate el tema.

Al incluir nuestros materiales en Wikimedia Commons estamos enriqueciendo el patrimonio audiovisual, sumando al conocimiento libre y por qué no, ganando algo de visibilidad en nuestra producción científica.

REFERENCIAS

[1] Stats Wikimedia (2023). Estadísticas de Wikimedia. Visitas a la página por día. Recuperado de https://stats.wikimedia.org/#/es.wikipedia.org/reading/total-page-views/normal|bar|2021-10-01~2023-11-09|~total|dai

[2] Stats Wikimedia (2023). Estadísticas de Wikimedia. Visitas a la página por país. Recuperado de https://stats.wikimedia.org/#/es.wikipedia.org/reading/page-views-by-country/normal|map|2023-10-01~2023-12-01|(access)~desktop*mobile-app*mobile-web|monthly

MÉTODO CUALITATIVO PHOTOVOICE: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIón

MÉTODO CUALITATIVO PHOTOVOICE: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIón

Presentamos algunas de las conclusiones del proyecto realizado el año pasado donde 492 estudiantes, futuros maestros, han utilizado Photovoice como herramienta cualitativa para expresar su voz a través de la fotografía y de los grupos de discusión. Del análisis de los resultados emergen, entre otras, cuestiones relacionadas a los problemas principales del cambio climático, a la responsabilidad humana y a lo fundamental de estimular estrategias que aprovechen las opciones educativas de la acción-participación docente y la enseñanza como actividad profesional basada en evidencias.

Entre los problemas ambientales mencionados en los participantes, el “aumento de enfermedades” fue el problema más destacado con un 22,4% de respuestas. En este sentido, diversos estudios (Mora, 2022) demuestran que, a escala global, el cambio climático aumenta el número de enfermedades y empeora su naturaleza. La “responsabilidad humana” respecto al cambio climático es un tema muy debatido por todos los grupos de discusión. Tanto en el plano visual, mediante la elaboración de las fotografías, como en cuanto a la discusión en los grupos de trabajo, se destaca que las acciones humanas dañinas hacia el medioambiente, y su consecuente responsabilidad, son algo que preocupa mucho a estos jóvenes. Los términos: “egoísmo”, “individualismo”, e “irresponsabilidad” han sido los más presentes en los debates, y más del 51% de los grupos han incluido estos términos en sus discusiones. En segundo lugar, aparecen “vaguería” y “avaricia”, ambos con un 38%, términos que también se han visto reflejados en las imágenes creadas. La respuesta más rotunda ha sido la apelación a la conciencia desde todos los ámbitos necesarios: las instituciones y agentes sociales. No es posible alcanzar la ruptura con el comportamiento actual, despreocupado por el cambio climático, sin un refuerzo desde la formación y acercamiento al conocimiento de la situación medioambiental actual. Concretamente, un 53% de los grupos apelaron a dicho concepto. La siguiente propuesta más referida ha sido la relativa a la conciencia, aunque, esta vez, precisando una acción directa: el reciclaje, que aparece en un 38,77% de los casos grupales. Un 21,9% de los grupos de discusión ha considerado fundamental la educación desde edades tempranas para sensibilizar a los más pequeños sobre el cambio climático:

En esta actividad nos dimos cuenta de cuánto eficaz puede ser lo visual y que importante es su simplicidad.

Además de coincidir con la importancia de concienciar gracias a las fotos:

Formas y colores llegan a transmitir emociones haciendo que nos resulte más fácil conectar con el problema.

Las primeras impresiones relativas al visionado de las grabaciones muestran que las imágenes con mayor grado de susceptibilidad y de reacción son aquellas que apelan directamente a la emoción. Sin embargo, a la hora de materializar la respuesta de forma escrita, tan solo un 24,48 % de los grupos responden que la imagen sí que es un recurso para la sensibilización. Así lo expresan:

Pretendemos crear un vínculo afectivo y emocional con el espectador.

A la hora de referirse a la eficacia del mensaje y de las características físicas de la fotografía para concienciar sobre el cambio climático – es decir, cómo debe ser la forma de imagen o tipología visual – responden un 15,21% que esta debe ser sencilla, impactante y directa, frente a un 12,24% que consideran que la utilización de la poética, concretamente metafórica y simbólica, es la acción más efectiva para la transmisión del mensaje y, como consecuencia, de valores medioambientales.

Los grupos han considerado muy importante la importancia de la acción social y colectiva. Así lo han expresado:

Consideramos necesario fomentar charlas y actividades educativas sobre el reciclaje que sirvan para tomar conciencia y conseguir que la sociedad adquiera mayor responsabilidad.

A través del Photovoice, la tendencia de las fotografías ha sido la de representar problemas o algunas propuestas de reciclaje y en pocas ocasiones se ha representado la esperanza, las soluciones o los cambios. Evidentemente, cuestiones que tengan más que ver con aspectos abstractos o intangibles necesitan más capacidad técnica con la cámara y mucho nivel de abstracción. Sin embargo, se observa que, en el desarrollo de los grupos de discusión, el debate entre los participantes ha incluido muchas acciones propositivas, experiencias verdes que no se hallan -o no se habían sabido representar- en las realizadas con la cámara. Esta limitación va en línea con lo planteado por Wang y Burris (1997) cuando incidían que los participantes no deben sentirse limitados por el uso de la cámara y que los breves cursos de fotografías no deben de dirigir el rumbo y la narrativa que tomarán las fotografías, ya que se perdería la esencia del método: una composición y una iluminación correctas no sirven de nada si no van unidas a unos valores verdaderos (Demachy, 1899). La emoción y el impacto suscitados por los participantes en el experimento al referirse a su propia creación, les hace ser más conscientes del profundo esfuerzo por plasmar realidades medioambientales, aunque consideran más eficaz la propuesta visual directa y sin artificios, sin usar giros poéticos.

El trabajo de Photovoice ha tenido la función que Wals & Benavot (2017) llaman “emancipadora” refiriéndose a tipos de educación medioambiental que ayudan a pensar de forma crítica, trabajar en colaboración, comprometerse con diversos puntos de vista, diferenciándose de aquel tipo de educación que pretende promover determinados comportamientos y que, por tanto, tiene una orientación instrumental. Esta necesidad de mayor acción social coincide con los resultados de la Investigación social de la percepción del cambio climático en España en la que un 37,9% de los encuestados está muy de acuerdo en que: “Asistir a protestas en demanda de acciones frente al cambio climático / Participar en foros públicos” (Red4C, 2021) es algo que la ciudadanía española podrían hacer de forma individual para combatir el cambio climático. Aspecto en el que coincide también Mortensen (2014) al señalar que los más jóvenes necesitan encontrar este espacio de representación en lo que concierne con el problema del cambio climático, considerando el peso que este tendrá en sus vidas futuras y manifiestan el deseo de participar en acciones colectivas por cambios positivos.

Referencias:

Demachy, R. (1899) On the stright print Camara work (2). New York: A Photographic quarterly

Mora, C., McKenzie, T., Gaw, I.M. et al. (2022). Over half of known human pathogenic diseases can be aggravated by climate change. Nature Climate Change, 12, 869–875.  https://doi.org/10.1038/s41558-022-01426-1,

Mortensen, J., L. Lichty, P. Foster-Fishman, S. Harfst, S. Hockin, K. Warsinske, and K. Abdullah. (2014). Leadership Through a Youth Lens: Understanding Youth Conceptualizations of Leadership. Journal of Community Psychology 42(4), 447–462. https://doi:10.1002/jcop.21620

Red4C. Investigación social de la percepción del cambio climático en España. 2021. (Consultado el 3/11/2022.) Disponible en: https://red4c.es/wpcontent/uploads/2020/03/percepcionCC_red4C.pdf

Wals, A. & A. Benavot (2017).  Can we meet the sustainability challenges? The role of education and lifelong learning. European Journal of Education, 52 (4), 404-413, https://doi.org/10.1111/ejed.12250

Wang, C. & Burris, MA. (1997). Photovoice: concept, methodology, and use for participatory needs assessment. Health Education and Behaviour, 24, 369–87 https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/109019819702400309

Wang, C. C., Cash, J. L., & Powers, L. S. (2000). Who knows the streets as well as the homeless? Promoting personal and community action through photovoice. Health Promotion Practice, 1(1), 81–89. https://doi.org/10.1177/15248399000010011

Wang, C., Yuan, Y. L., & Feng, M. L. (1996). Photovoice as a tool for participatory evaluation: The community’s view of process and impact. Journal of contemporary health, 4(1), 47-49. https://doi.org/10.1177/109019819702400309

CONEXIÓN CON LA NATURALEZA

CONEXIÓN CON LA NATURALEZA

La necesidad de cuidar el planeta para garantizar nuestra propia salud es un mensaje que se viene transmitiendo desde hace décadas donde, actualmente, se hace tangible la necesidad de cambio.

Dada la importancia de realizar una transición ecológica, la Comisión Europea, en diciembre de 2019, puso en marcha el Pacto Verde Europeo en el que se crearon iniciativas políticas que abarcan, entre otras, un Plan de Acción para la Economía Circular. Existen numerosas propuestas dirigidas por distintas entidades con el objetivo de sensibilizar a la sociedad para que se involucre en el modelo de economía circular como una estrategia de cambio que favorezca la sostenibilidad y la salud.

Fuente: Consejo Europeo

La salud del planeta mantiene una estrecha relación con la salud del ser humano. Actualmente la Organización Mundial de la Salud estima que el medio ambiente es el causante del 20% de las muertes que se producen en los países europeos.

Fuente: World Health Organization

Además, uno de los aspectos que hemos aprendido en la pandemia es que debemos cuidar el planeta, pero ¿lo hemos aprendido? Si miramos en nuestro entorno inmediato, a modo de ejemplo, aría la sensación de que parte de la ciudadanía va depositando sus residuos donde estima, sin criterio ni asunción de ningún tipo de consecuencia. De tal forma que es difícil pasear por el campo sin encontrar cosas asombrosas, desde colchones hasta lavadoras.

Para intentar cambiar esta situación las entidades gubernamentales realizan distintas medidas, desde la sanción a las campañas de información, pero ni lo uno ni lo otro parece generar un cambio de actitud en la ciudadanía, al menos en parte de ella. En el ámbito educativo parece que más de la mitad de los residuos que se generan son de plástico, quizás debido a un uso excesivo del mismo. Otro ejemplo lo podemos encontrar en los supermercados donde parece que las medidas para disminuir el consumo de plástico, según algunas fuentes, no funciona.

Quizás la sociedad debe cambiar su enfoque sobre la relación entre el ser humano y el planeta dejando atrás su jerarquía. El planeta no se encuentra al servicio del ser humano para satisfacer sus necesidades. El ser humano es parte del planeta y cuidar al planeta debería ser interiorizado como parte de la propia persona, como una parte de sí mismo y de un todo, es decir, estar conectado con la naturaleza como parte del self, de la identidad. Es fundamental que esta conexión se incluya en la educación de los más jóvenes, esto no solo fomentaría el modelo de economía circular en el ámbito doméstico, si no que fortalecería la pertenencia al grupo, el cuidado del planeta como parte del autocuidado, el sentimiento de autoeficacia, la creatividad y, probablemente, la mejora de la salud mental al aumentar los niveles de bienestar subjetivo (Marselle, et al., 2014) y disminuir los niveles de estrés (Tyrväinen, et al., 2014). Desde los principales agentes educativos, la familia y la escuela, se debería fomentar actividades de ocio y educativas al aire libre y en contacto con la naturaleza; incorporar los elementos naturales en las actividades educativas; contribuir al desarrollo de la personalidad integral donde se encuentre incluido la conectividad con la naturaleza. Sin embargo, el contacto con la naturaleza parece estar muy limitado, quizás debido al estilo de vida con largas jornadas y/o al uso de la tecnología como ocio en el tiempo libre. El escritor y periodista Richard Louv acuñó el término trastorno por déficit de naturaleza para hacer referencia a la desconexión de los niños con la misma (Louv, 2020). Dicho autor creó la fundación Children and Nature para visibilizar el derecho del niño a jugar y aprender en la naturaleza, con la idea, tal y como aparece en la fotografía, de que los niños en contacto con la naturaleza son más sanos, felices e inteligentes.

Fuente: Children & Nature Network

Estos aspectos han sido recogidos por otras organizaciones, como Ciudades amigas de la infancia, Unicef, y por referentes de la pedagogía, como Heike Freire, (2017) que defiende que el contacto con la naturaleza debería establecerse como base del aprendizaje en todas las materias.

Fuente: Ciudades Amigas de la Infancia

Las entidades gubernamentales deberían dedicar más recursos en campañas de sensibilización, donde la información se acompañe de estrategias para cambiar la actitud y conectar, fundamentalmente a los más jóvenes, con la naturaleza. Acompañar a los centros educativos a un cambio de metodología donde se estimule la potencialidad del ser humano a aprender en y como parte de la naturaleza. La conexión con la naturaleza hará más probable la asimilación del modelo de la economía circular y la instauración progresiva en distintos ámbitos, logrando así una sociedad más sostenible y sana.


REFERENCIAS

Freire, H. (2017). Estate quieto y atiende. Ambientes más saludables para prevenir el deficit de at: Ambientes más saludables para prevenir el déficit de atención y la hiperactividad. Herder.

Luov, R. (2020). Los ultimos niños en el bosque: Salvemos a nuestros hijos del Trastorno por Déficit de Naturaleza. Capitan Swing.

Marselle, M. R., Irvine, K. N., & Warber, S. L. (2014). Examining group walks in nature and multiple aspects of well-being: A large-scale study. Ecopsychology, 6, 134- 147. https://doi.org/10.1089/eco.2014.0027

Tyrväinen, L., Ojala, A., Korpela, K., Lanki, T., Tsunetsugu, Y., & Kagawa, T. (2014). The influence of urban green environments on stress relief measures: A field experiment. Journal of Environmental Psychology, 38, 1-9. https://doi.org/10.1016/j.jenvp.2013.12.005

absentismo en las aulas universitarias. de la inmediatez a la emoción

absentismo en las aulas universitarias. de la inmediatez a la emoción

La enseñanza superior debe participar de una dinámica activa, de la dialéctica entre el individuo y la sociedad, entre el docente y el alumnado, entre la impersonalidad y el acompañamiento. Este es el objetivo de este post, mostrar la importancia de la didáctica en el tratamiento de recursos tecnológicos en enseñanza universitaria presencial, no presencial o híbrida y el papel del docente en dicho proceso educativo.

ABSENTISMO UNIVERSITARIO

Un día cualquiera, a mitad de curso universitario, me encuentro con mi sobrino (un brillante alumno de ingeniería) que pasa corriendo a mi lado. Me saluda con un hola, Tía. Yo le doy un beso y le pregunto que dónde va, él me contesta que a la biblioteca a estudiar. Extrañada le pregunto (ya que su universidad no está en mi ciudad) que si tiene vacaciones. Sonríe y me dice que no tiene tiempo de ir a clase ya que le “rinde” mucho más estudiar con las explicaciones, ejemplos y vídeos que están por internet.

Algunos estudiantes deciden que van a clase según si se evalúa una actividad o si se trata de un “contenido interesante”. Tal vez durante la pandemia descubrieron que las clases pueden hacerse por Zoom y que si el profesor cuelga el material en el campus virtual es suficiente para aprobar. Durante el confinamiento, los docentes tuvieron que diseñar materiales nuevos, seleccionarlos, organizarlos, ponerlos a disposición de manera clara y comprensible. En muchos casos grabaron sus explicaciones para colgarlas en YouTube. Las clases magistrales quedaban a disposición de todos. Algunos estudiantes entendieron que no hacía falta el contacto con el profesor, o ir a clase, si existían estos materiales a los que se podía acceder. También existen, por supuesto, los trabajos en grupo: ¿pero para qué sirve la presencialidad si se pueden distribuir las tareas en un archivo compartido? Para eso no hace falta quedar en persona.

Fuente: https://www.insm.es/blognoticias/absentismo-universitario-post-pandemia-causas/

La cuestión del absentismo obliga a una reflexión, entre otras muchas. Por ejemplo, ¿cuáles son las actividades que propone el profesorado y qué interesa a los estudiantes? Parece que los estudios de casos prácticos, cuya discusión obliga a un intercambio de puntos de vista, no pueden hacerse tan fácilmente en diferido. La conversación presencial, las participaciones, los malentendidos, las interrupciones en las exposiciones forman parte de la experiencia de pensar juntos (Pagés, 2023).

¿Qué podemos hacer?

Ya Alsina (2010) indicaba que los docentes debemos tomar decisiones que nos lleven al convencimiento de que el camino es “atraer a los agentes implicados hacia el descubrimiento del conocimiento adecuado a un espacio y un tiempo determinado” (p.33).En esta situación postpandemia y de globalización de la información, las competencias trasversales deben estar más presentes que nunca en todo el proceso de tutorización y acompañamiento del alumnado (Gambarini, 2019). Aunque es habitual que estas competencias estén definidas de antemano en las aplicaciones informáticas que utilizamos a la hora de la elaboración de las guías docentes, ello no exime de la realización de una profunda reflexión, estudio y decisión de cada una de las competencias que se pretende conseguir. Y dentro de esa decisión, Sánchez-Santamaría (2018) propone que no podemos olvidarnos de incluir las competencias emocionales y definir los principios que regirán el hacer didáctico.

Estamos de acuerdo con la afirmación de Raya-Díez (2021) cuando indica que el docente debe asumir el liderazgo como una forma de ser, y no simplemente de estar, en el marco de la labor docente. Su tarea no puede limitarse a la simple transmisión de conocimientos, en un escenario de calidad centrada en el alumno. Sino que debe considerar también una tarea de acompañamiento para que el discente desarrolle una construcción personal del conocimiento (aprendizaje significativo). Un líder fundamentalmente lo es, por lo que es, después por lo que hace y en último lugar, y si está en coherencia con lo anterior, por lo que dice. Favoreciendo una interpretación de la realidad en la que se está inmerso y el desarrollo de una identidad personal que tiene control reflexivo sobre su propio ser, a través de su actuación.

Se trata, por tanto, de un cambio de paradigma donde en cada clase presencial o virtual se muestren las siguientes estrategias: dominio de la materia; planificación clara de objetivos; adaptación del modelo a las características del alumnado, materia y objetivos competenciales a desarrollar; destreza y conocimiento en recursos digitales; puesta en práctica de distintos componentes didácticos; trabajar el ambiente del aula a través de la motivación, empatía, comunicación eficaz, trabajo en equipo, acompañamiento y confianza y constante movimiento formativo.

Como diría Santiago et al. (2018) nuestra vida docente debería estar llenas de experiencias que pongan patas arriba el aprendizaje. Y la terrible experiencia del Covid- 19 ha volteado nuestra vida personal y profesional. Contamos con los recursos TIC que nos abren el mundo; superemos el miedo a no saber utilizarlos, cambiemos de paradigma, sigamos motivando, poniendo al alumno en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, exijamos grandes logros, pero con nuestra compañía en el camino, fomentemos los foros, los chats, los encuentros virtuales, las salas de discusión, los blogs compartidos, los exámenes donde se utilice la memoria, pero también la razón y si puede ser crítica, mejor. Hagamos posible que sea realidad esa competencia que queda tan bien en las guías docentes, la competencia aprender a aprender. Seamos un poquito más humanos, cercanos, imprescindibles…… y nuestras aulas se llenarán de alumnos y alumnas emocionados por aprender. Aliémonos con la información globalizada, con todos los recursos a nuestro alcance y añadamos un poquito de emoción. Porque un docente motivado por su misión conseguirá emocionar por su aprendizaje.

Fuente: https://pruebat.org/Inicio/ConSesion/Breves/verBreve/1413-7-virtudes-del-docente-en-la-actualidad


REFERENCIAS

Alsina, J. (2010). Evaluación por competencias en la universidad: las competencias transversales. Cuadernos de docencia universitaria.  Octaedro.

Diez, S. (2020). Enseñar en tiempos de pandemia. España: Educaweb. https://n9.cl/vaejm

Gambarini, M.F. y Cruz, P. (2019). Habilidades docentes en comunicación eficaz. Ejercicio de liderazgo centrado en la misión docente. Aularia, 8(1): 9-20.  http://cort.as/-ME77  

Pagés, A. (2023). Instituto de Neurociencias y salud mental en red. Absentismo universitario post-pandemia. ¿Causas?https://www.insm.es/blognoticias/absentismo-universitario-post-pandemia-causas/

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