A lo largo de la vida de este blog se ha hablado mucho sobre la dificultad de llegar a los públicos, y sobre todo de la necesidad de que el contenido sobre ciencia llegue a través de formatos adecuados. Es una tarea complicada y, desde luego, un desafío que intentamos afrontar con innovación. Nunca es fácil explicar un procedimiento complejo para que sea comprendido por cualquier persona. Además, esto se complica especialmente si se requiere la utilización de tecnicismos específicos para que la comunicación llegue. El gran reto está encima de la mesa.

Para facilitar el trabajo a los comunicadores de la ciencia, la tecnología es nuestra mejor aliada. Ya hemos hablado de interactividad en el pasado. Afortunadamente, desde la última vez que lo hicimos, hasta hoy, se ha producido un cambio muy positivo: se está generalizando cada vez más la presencia de los productos de vídeo interactivo en plataformas muy conocidas como Netflix, que incorporan series que requieren la interacción del espectador para ser vistas. Esto es una gran ventaja ya que permite que el gran público se familiarice, cada vez más con el vídeo interactivo.

Los vídeos interactivos son más complejos que los vídeos convencionales sobre todo en lo relacionado con la arquitectura de la información. El vídeo interactivo nos permite profundizar más en la complejidad del asunto, pero al mismo tiempo eleva la dificultad de su uso. Si bien los productos a los que estamos acostumbrados a ver en Neflix son muy sencillos, el producto que presento a continuación es un poco más complejo: “El proceso de pirolisis para la transformación de biorresiduos en productos de valor añadido”.

El vídeo 360 interactivo sobre pirólisis catalítica

Este vídeo es el resultado de una pieza de audiovisual interactiva para la diseminación del proyecto BIOTRES-CM (S2018/EMT-4344), financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. El proyecto, realizado por Alberto Sánchez Acedo, muestra el trabajo que está realizando IMDEA energía, una de las de las entidades colaboradoras en el proyecto, y explica el proceso de transformación de biorresiduos en productos de valor añadido en una planta de pirólisis de escala media. Suena bien, ¿no?. El público para el que está dirigido este producto no es generalista, sino especializado. Esto quiere decir, que el lenguaje utilizado no tiene por qué ser muy sencillo evitando el uso de tecnicismos. En este caso, el público objetivo son estudiantes y profesionales del sector. Por ese motivo se utilizan palabras de ámbito especializado.

Para los que ya hayan curioseado el producto audiovisual interactivo, se habrán dado cuenta de que hay una característica muy importante que no he mencionado todavía: el vídeo está grabado en 360 grados. Esto permite al usuario desplazarse para observar todos los puntos de la sala.

La interactividad se le otorga gracias los botones y elementos activos que nos permiten acceder a más información, como por ejemplo a los carteles que están en el Hall, o los vídeos explicativos de la sala de pirólisis.

Como en cada producto de innovación que realizamos en Ciberimaginario, lo mejor es que des un salto a lo virtual y vivas la experiencia por ti mismo: