Preocupación por las Fake News

Podemos encontrar infinidad de términos para  describir este tipo de noticias,  pero lo evidente es que todos podemos caer en estos bulos (Hoax en inglés), por lo que debemos estar ojo avizor, pues como nos sugería Umberto Eco “Vivimos en la mentira y, si sabes que te mienten, debes vivir instalado en la sospecha”. Ejemplo de esta creciente preocupación sobre las Fake News se puede ver en  casos como  la creación en el año 2015 de la Red internacional de verificación de hechos  (ICFN por sus siglas en inglés) unidad del Instituto Poynter que reúne a verificadores de hechos de todo el mundo, en cuyo  proyecto europeo de Fact Checking (FactCheckEU) colaboraron 19 medidos informativos europeos con objeto de afrontar la desinformación y las Fake News en las recientes elecciones parlamentarias europeas. En este mismo sentido, en España durante la pasada campaña electoral del 28 de abril surgió el proyecto colaborativo @ComprobadoEs al que se unieron 16 medios nacionales, regionales y locales para luchar contra la desinformación y verificar el discurso político durante los mencionados comicios. A este respecto, quizá el sesgo de la confirmación puede explicarnos porqué creemos algunas noticias falsas, pues al parecer «no evaluamos la información por sí sola, sino que lo hacemos teniendo en cuenta nuestras ideas, creencias y preferencias previas.» (Rubio, 2019). Empero, también se baraja la posibilidad de que la susceptibilidad a las noticias falsas se deba más a un pensamiento vago que a un sesgo partidista en sí mismo (Pennycook y Rand, 2018), como se detalla en este estudio.

Por otro lado, bajo la premisa de Cass Sunstein “las democracias se basan en una ciudadanía bien informada” (Gimeno, 2019), para dar a conocer, prevenir, detectar y desmontar las noticias falsas se ha desarrollo todo tipo categorías de información. Veamos algunos ejemplos:

En definitiva, es complicado poder combatir el problema de las noticias falsas, tal es la inquietud por esta temática que hay estudios que así lo explican (Palacios en fnpi, 2019), al tiempo que el crecimiento de iniciativas de verificación de datos en todo el mundo aumenta a 188 en más de 60 países (Stencel, 2019).  No obstante, y a pesar de que a través de sistemas de Inteligencia Artificial se podría manipular vídeos, audios, etc., ya se está trabajando también para que la inteligencia artificial pueda acabar con las noticias falsas (Cassauwers,2019) siendo una solución factible para detectar este tipo de noticias.

Recomendaciones para prevenir y detectar las Fake News

La frase de George Orwell “En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario” cobra sentido en el tiempo presente. Hay que ser escépticos, y ante la falta de certidumbre para verificar un hecho se deben tener presente las siguientes sugerencias según IFLA:

En cuanto a las herramientas y sitios web de verificación para poder luchar contra lo que algunos expertos ya han calificado como la “epidemia de la desinformación”, encontramos los siguientes medios especializados que nos pueden ayudar a la hora de confirmar información de dudosa credibilidad:

También se pueden realizar consultas para verificar tuits en las siguientes cuentas: @Policia, @guardiacivil, @Malditobulo, @Vostspain, @Labuloteca y @Newtral

Una mención especial merece la página «Citizen Evidence lab» de Amnistía Internacional o laboratorio de “evidencia ciudadana” que comparte las mejores prácticas, técnicas y herramientas para autenticar el contenido generado por el usuario para la defensa de los derechos humanos.

En resumen, antes de pecar de premura a la hora de compartir información… «si dudas, no compartas​​​​​​​». p

Desde una perspectiva didáctica

Como apuesta para la necesaria alfabetización mediática y crítica emergen algunas iniciativas en la creación de materiales como las clases para detectar fake news que proponen Google y la federación antidroga (Silió, 2019). Igualmente, a modo de sugerencia o propuesta didáctica para detectar la manipulación intencionada de una información se podrían plantear actividades sobre la base de los tres elementos de la moral de Foucault definidos como:

1. Principio de negación: negándonos a aceptar como evidente las cosas que se nos proponen;
2. Siendo conscientes de la necesidad de analizar y conocer, dado que no se puede llevar a cabo nada sin la reflexión y el entendimiento – de ahí el principio de curiosidad;
3. Y el principio de innovación, que busca en las reflexiones aquellas cosas que nunca han sido pensadas o imaginadas.

De esta manera permitiría al estudiante desarrollar habilidades que favorezcan la reflexión y el pensamiento crítico al contrastar opiniones ajenas con las propias; empoderarse tras valorar o tomar decisiones e involucrarse como agentes activos en la participación de su propio aprendizaje.